viernes, 31 de octubre de 2008

Península Valdés



Después de ver las Toninas me entraron ganas de ver más cetáceos. Así que me enrolé de nuevo en un bote esta vez con la mística de esperar que las ballenas aparecieran.

Después de algo así como 1 hora buscando ballenas por la bahía (dicen que hay unas 1200 en esta época de apareamiento), aparecieron dos ejemplares de ballena franca austral: una mamá con su bebé. 

Como hacía bastante viento sólo asomaban un poco la naricilla para espiarnos y ver quienes las observaban. Después se unieron otras 3 o 4 congeneres que rodearon el bote y la verdad que fue una experiencia mística. Un bote de 40 personas en silencio viendo como unos bichos enormes asomaban la nariz de vez en cuando para husmear (interesante reflexión).

La última en irse se animó y nos enseñó la cola :-D

Después de la mística me fui a visitar a los elefantes marinos que poco tienen que ver con los de tierra. Puedo decir que se trata de una especie fea, vaga, agresiva y machista :-D

Aquí está al sol este ejemplar de algo más de una tonelada (y eso que no es el macho alfa dominante)

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Vaya horita más aprovechada¡ y ¡qué naricita y cola guevona exhibía la presumidilla¡ ¿ Vos le hicistéis la oportuna invitación para visitar las tierras pasiegas? Sed educados y devoved los cumplidos . Muaaaaaaa..F&F